¿Cómo es posible que un modelo pueda, además de proyectar una imagen, permitir una experiencia estética al espectador? La joven modelo madrileña,Alba Lorenzana, nos cuenta sobre su trayectoria en el modelaje.
Ser modelo no siempre es sinónimo de pasarela, pues, aunque muchos no lo saben aún, el modelaje se puede dividir en diferentes sectores, según el interés, actitud y virtud del modelo en cuestión.
Cuando Alba Lorenzaera pequeña niña que tenía ganas de convertirse en una gran modelo; sin embargo, le atemorizaba un poco la idea de desfilar ante un público selecto lleno de gente conocedora de la última tendencia de la moda; no obstante, al llegar a la adolescencia descubrió que además de desfilar ante un público podía, más que plasmar su esencia, transmitir una experiencia artística.
Alba Lorenzanacomenzó a sus 17 años como modelo de partes, participando en catálogos y galerías electrónicas para diversas joyerías de México y España, pues el tatuaje que se había hecho a sus 16 años a la altura del pecho, hizo que las agencias la encasillaron solo para dos tipos de proyectos: modelo de partes y modelo de tatuajes.
Sin embargo, cuando Alba Lorenzana, ingresó a la Universidad Europea de Madrid en la carrera de Artes Escénicas, se dio cuenta que su destino no estaba fichado como modelo de partes o tatuajes, pues había una oportunidad más que saciaba sus ganas de transmitir, más que la imagen de una marca, una esencia artística: el Body Art.

El Body Art es una manifestación artística, que en ocasiones va acompañado de dramatizaciones, pero el eje principal de transmisión artística es el cuerpo, que funciona como un lienzo en el cual diferentes elementos como pintura, piercings, tatuajes y maquillaje se consagran para dar lugar a una verdadera obra de arte.
“Fine Mess” es el nuevo single de Interpol que captura a sus fans
El nuevo single de Interpol “Fine mess” vio la luz y forma parte de su sexto disco de estudio “Marauder”.
El tema continúa con el espíritu creativo vigorizado del álbum con el que la agrupación se presenta en su estado más urgente y esencial, con la voz febril de Paul Banks y sus letras encantadas entrelazadas con los riffs sinuosos de Daniel Kessler y la batería estruendosa de Sam Fogarino.
